Hace ya medio año me encontraba rasgando títulos en una de las librerías con aire noventero en el bulevar de Sabana Grande (hojas amarillas, cuadernos manchados y tinteros secos), los precios oscilaban y se enganchaban a bolsillos gordos y a billeteras anorexicas como la mía. Buscaba textos recomendados en la facultad por profesores (que a veces dudo si los han leído), pero miento, nunca busco aquellas tésis...mis ojos, en un acto de rebeldía visual se comen a pedazos el nombre de un autor, que hasta ahora, sigue siendo un mentor teórico en mi formación como periodista, un profesor de hojas, lomo y solapas.
Se trata de la obra de Álex Grijelmo: El estilo del periodista, estaba amontonado sobre títulos de economía y arquitectura, desde medicina hasta artes plásticas, hojas picadas por polillas con extraño olor a gasolina y aceite de motor, la montaña se acumulaba cada mes entre las sombras de los libros que nadie quiere tocar, por miedo a que te vayan a comer. El caso es que como todo curioso sin un peso en las manos, lo compré y lo llevé a casa. No me había dado cuenta del naufragio de esta obra en una de las librerías más concurridas de la ciudad. La grandiosa diferencia entre este libro y los otros textos de colección en la facultad de Comunicación, es que Álex le dedica un capítulo completo al cáncer silencioso del periodismo - El sexismo -
Grijelmo me arrastró por el pasillo histórico de la lengua: el orígen del género en el castellano, dí el salto semántico en el que contemplé a vista panorámica un masculino genérico y la exclusión de las identidades femeninas en el lenguaje, me gritó en la cara ejemplos claros del sexismo explícito u oculto entre las líneas populares de los periódicos más leídos en español y finalmente, en voz de urgencia, me reparte consejos de colega a colega sobre como evitar esta segregación de identidades asimilada por todos, es verdad. Las letras son cuchillos. Sí.
Algunas palabras del autor:
- Las menciones que se hacen a las mujeres en los contenidos informativos de prensa sólo suponen el 9% para el año 1996, aunque la cifra no ha variado mucho desde entonces, N del B: sobretodo en América Latina.
- El periodista se dirige, por lo general, a decenas de miles de personas. Y debe tener cuidado de no ofender, y de no contribuir a mantener fórmulas injustas de nuestra sociedad.
- Un personaje "masculino" que llega a un acto o que asiste a él en compañía de otros personajes "femeninos" no ha de acaparar el protagonismo gramatical "Joaquín Cortés salió del hotel acompañado de Naomi Campbell". ¿y porqué no al revés?
- Cuando el informador tenga necesidad de acudir a un ejemplo, debe evitar los estereotipos de reparto de tareas entre géneros. La mujer no debe ser representada exclusivamente como madre, esposa, ama de casa...
- Se debe evitar el hombre como genérico singular y plural
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El uso de estos garabatos que llamamos letras es para el empoderamiento de todas las expresiones. Las palabras son de plastilina, se contorsionan.
En resumen, les estoy pidiendo que lean este capítulo.